La pagina web del Club Ateneo de Caceres, ha publicado su segunda parte de "Legendarios del ajedrez", dedicada a Joaquim Durao, MI portugués de 78 años.
En el artículo han publicado, junto con otra, mi partida contra Joaquim, correspondiente a la ronda 3 del Open de Sevilla, finalizado hace medio mes aproximadamente.
Podéis ver la partida y su artículo pinchando aquí.
Muy educadamente, uno de los responsables de la web (y del club), Ignacio García, se ha puesto en contacto via email, notificandome de que un colaborador suyo había comentado mi partida, y ofreciendome, siempre de muy buenas formas, la posibilidad de aclarar algún comentario, o valoración, si lo creyera necesario.
No es nada muy concreto lo que voy a comentar, pero sí me gustaría explicar cómo transcurrió el día.
25 - 01 - 09. 3ª Ronda del Open de Sevilla 2009.
Alrededor de las 13,30 horas me levanto de la cama. Todavia no sé mi rival, como consecuencia de un nuevo método de trabajo durante los torneos, basado en enterarme del rival el mismo día de la partida, para no comerme la cabeza la noche previa.
Tras comer, tomar el cafe de rigor, dar una vueltecita por Sevilla, y volver a la habitación, son las 16,30. Falta 1 hora para que se inicie la ronda.
Me dirijo hacia los ordenadores de la residencia, para ver mi emparejamiento de la tarde. Voy bastante tranquilo, puesto que mis cálculos del día previo me habían asegurado que pasaría corte de nuevo, por lo que todavía no tendría un rival especialmente difícil.
Tras abrir la pagina web oportuna, y ver mi sorteo, me quedo perplejo. Me toca Joaquim Durao. No le conozco - todavia- pero lo más confuso de todo era que al lado de su nombre aparecen unas siglas que terminar por minarme la moral: MI.
Empiezo a estar preocupado. Pensando que tendría una partida "fácil" había descuidado gravemente mi preparación, y todavia estaba muy confuso, porque en absoluto esperaba enfrentarme a un MI tan pronto en el torneo.
Con toda la preocupación, y a falta de unos 50 minutos para la ronda, me dirijo a la habitación de Vilas (el trainer) para llorarle un poco por lo sucedido (llorar, en mi jerga, es cuando uno se queja de algo que no se puede arreglar, pero que simplemente decirlo y quejarse ayuda a desahogarse un poco :)).
Tras recordarme Vilas, que mi rival, aunque sea MI, tenía alrededor de 2100 FIDE, lo que indicaba que no estaba en su mejor momento, cojo de nuevo cierta vitalidad y me encuentro ya más preparado para la partida.
Me dirijo a mi habitación, enciendo el ChessBase y busco su nombre para ver qué era lo que jugaba.
La base no da lugar a dudas: Contra 1.e4, Joaquim juega 1...e6, por lo que, simplemente, cierro el programa y apago el ordenador, pues no tenía grandes cosas que preparar.
Tras llegar a la partida, y mover 1.e4, me llega la segunda (o tercera) sorpresa del día. Mi rival me juega 1...e5!
¿Se le habrá deslizado el peón demasiado? - me pregunto tras su jugada.
Ante su indiferencia sobre la posición, llego a la conclusión de que no; ha hecho 1...e5 plenamente consciente, y por mi cabeza se deslizan dos opciones relevantes: ¿Se ha preparado 1...e5 contra mi especificamente, algo de mi repertorio, o simplemente quiere variar?
Tras pensar unos segundos, me decido a entrar en la Española. Mi rival juega en todo momento al toque, lo que me incomoda, porque reconozco que llego a pensar que mi rival se ha preparado la partida, y que si cometo alguna imprecisión, igual me cae la torta de mi vida- y encima, ¡de blancas!-.
Mi rival me juega el ataque Marshall. Yo me como el peón, aunque a decir verdad, no recuerdo mis análisis concretos sobre la variante. Tras unos minutos en la posición clave, decido jugar "normal".
Mi rival sigue jugando al toque, a pesar de que yo hacía ya varias jugadas que estaba jugando "sobre el tablero", y Durao sin duda me demuestra un buen conocimiento de la variante, jugándome al toque hasta aproximadamente la jugada 19...Tae8, o incluso la 20.
Tras los cambios en la jugada 22, algo en mi interior me dice que mi posición es ventajosa. Tengo un peón de más, y posibilidad de comerme un segundo, y su actividad y ataque, parece que poco a poco se van secando.
¡Incredulo de mí! Cometo alguna imprecisión, como 23.Ta6 y pronto se me viene una avalancha de táctica sobre mí. He omitido un detalle táctico, y me encuentro muy incómodo. Tengo la sensación, de que puedo perder material en cualquier momento, por lo que pienso en profundidad las jugadas para no dejarme nada.
No funciona... estoy perdiendo el control de la posición, omitiendo jugadas sencillas y alguna que otra intermedia.
Aún así, creo que tengo quizás "suerte" o quizás supe defender bien la posición, pero llega el momento clave de la partida, en que Durao me gana la dama (por torre y alfil) y reconozco que es el momento en que más comodo estoy de toda la partida.
Tras unas complicaciones donde pensé que podía estar perdiendo en cada jugada, llego a una posición con amplia compensación por la dama, donde creo que no puedo perder nunca, porque ademas tengo un puesto avanzado inexpugnable para mi alfil, que no tiene rival, por lo que tengo un "bunker" (fortaleza), y mi posición es indestructible.
Algo en mi interior me dice que objetivamente, no puedo tener ventaja aún así, pero mi "yo pragmático" me hace ver que tengo cierta actividad con las piezas, y que debido a que mi posición no se puede perder (parece que en todo momento tengo jaque perpetuo si así lo decido), mi posición es más comoda, y por consiguiente, ventajosa.
Nunca llego a saber si hubiera ganado esa partida de forma técnica, porque mi rival, tras una impresionante partida, mostrándose bastante fuerte en las complicaciones, comete un error en su jugada 34, que le hace llegar a un final completamente perdido, que pocas jugadas más tarde abandona.
Mis conclusiones de la partida son las siguientes:
-Joaquim Durao demostró un buen conocimiento de la variante que jugó, y consiguió cierta actividad por el peón sacrificado en el ataque Marshall.
-Cuando mi posición parece que se va consolidando, cometo un error de cálculo con 23.Ta6 y Durao lo aprovecha bien metiendose en las complicaciones, y dejando mi posición pendiendo de un hilo muy fino.
-Trato de no dejarme nada, aunque la debilidad de mi posición hace que tarde o temprano, me toque sacrificar mi dama por torre y alfil.
-Me da la impresión de que Durao no elije el mejor momento para ello, porque tras las simplificaciones, y aunque no tuviera dama, yo me encontraba cómodo en la posición. Me parecía que objetivamente debía ser igualdad, pero me parecía que era un progreso respecto a cómo estaba en el medio juego, y me parecía un buen punto de partida para iniciar el "remonte".
-Durao comete un grave error con el que pierde la partida, y facilita sin duda mi labor del final.
Tras comentar la partida, en la web de Ateneo, el comentarista dice lo siguiente:
Sería justo reconocer, que se le escapó medio punto a Durao en esta partida, y a ver si en su blog Mikel lo reconoce.
De esta forma, imagino que espera encontrar una respuesta :)
Mi respuesta es la siguiente: No lo veo así. Creo que Durao jugó muy fuerte, y en algunos momentos de la partida, no me hubiera extrañado que el negro me hubiera podido ganar jugando de algun modo muy fino (aunque yo nunca vi una forma concreta de perder).
Creo que las chances del negro de ganar en el medio juego, eran realmente más altas que sus chances de hacer tablas en el final. En cualquier caso, pido disculpas si alguien no lo veo así, porque como he dicho ya dos veces, soy consciente que mi valoración es COMPLETAMENTE SUBJETIVA. Posiblemente la posición estaba igualada, pero llena de juego (además creo recordar que mi rival tenía algún problema de tiempo, lo que incrementaba mis chances).
Dicho esto me gustaría agradecer al Ateneo de Caceres que me avisaran de la publicación de la partida, ofreciendome compartir mis puntos de vista.
Del mismo modo, me gustaría felicitar a Durao por su gran torneo, y a los lectores que hayan conseguido leer este post hasta aquí, sin saltarse ningún parrafo ;)
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